De espíritu crítico, imaginativo e inquieto. Miguel Brown, es uno de esos artistas que constantemente se plantean nuevas metas, opciones o búsquedas. En su obra retrata imaginarios artísticos, en el que explora las peculiares características de una identidad cultural caribeña, legitimada a través de formas y colores, desde donde re-contextualiza con sentido integrador materiales pictóricos y extra-pictóricos.
En la obra de Miguel Brown se evidencia diversas analogías y versiones metafóricas sobre temas relacionados a sus constantes viajes por diversos países, lo que le ha nutrido de experiencias artísticas que sirven de soportes a reflexiones que les permiten construir-reconstruir su historia personal desde diversas perspectivas.
Se trata de una obra matizada por una fuerza expresiva, rica en símbolos, con múltiples significados , que ha sido concebida como una manera de expresar su propia esencia, una condición que da especial relevancia al espectador como sujeto del discurso.
Por otro lado, ofrece un argumento elocuente sobre temas identitarios de la fauna, revelando su pasión por la preservación del medio ambiente. Dentro de esta temática, Brown, recurre al pez para promover una conciencia conservacionista, reconociendo que la obra de arte constituye un medio, una estructura que estimula la reflexión en el espectador, induciéndole a la recreación y reelaboración de contextos de interpretación no sólo desde del discurso pictórico, sino de su conciencia de responsabilidad social.
Este artista desconoce los límites, recurre a soportes muy heterogéneos, sobre los cuales aplica magistralmente el color, en distintos contrastes, con una gama cromática muy armoniosa, incorporando elementos decorativos que enriquecen la visualidad de la imagen, y a la vez articulan la presencia de la luz con la forma.